Consejos para una lonchera inteligente y nutricional

 

Con el inicio del Año Escolar 2015, los padres de familia empiezan a cuestionarse sobre cuáles son las mejores opciones de merienda diaria que le pueden enviar a sus niños en la lonchera, asegurando siempre productos con un alto valor nutricional que le permita a los estudiantes  tener  las energías necesarias para sus estudios.

Para lograr una lonchera nutricional, es importante evitar el consumo de alimentos inadecuados y con bajos índices nutricionales. Sin embargo, para poder organizar las loncheras, se deben considerar ciertos criterios que aseguraren un equilibrio nutricional entre los alimentos que la componen.

 

En este sentido, lo primero que se debe tomar en cuenta es que los envases y envoltorios protejan a los alimentos y permitan que estos sean seguros para el consumo durante el recreo.

“Envases o envoltorios que no aseguren la protección a los alimentos, ponen en riesgo la garantía que los mismos no causarán daño a la salud del niño al momento de ser consumidos. Es importante mantener las mejores condiciones de los envases para evitar el deterioro de los alimentos hasta su consumo siempre conservando sus nutrientes”, manifestó el ingeniero de alimentos Adrian Ayala, del departamento de Aseguramiento de Calidad de Tetra Pak para Centroamérica y el Caribe.

 Otro aspecto importante, es la selección de los alimentos, en la cual se considera importante escoger aquellos de cada uno de los grupos nutricionales como frutas, jugos, carbohidratos y proteínas, agregó.

Las frutas y jugos de frutas, son alimentos que proporcionan vitaminas y minerales importantes para el crecimiento y desarrollo de los niños, y entre ellos, podemos mencionar la manzana, pera y guineo; así como los jugos de frutas. Pero si opta por un jugo preparado en casa, es bueno que el mismo se mantenga en una botella térmica para que conserve sus propiedades nutricionales. 

Otras buenas alternativas, son los jugos en envases de Tetra Pak, ya que estos no requieren refrigeración y mantienen la mayor parte de los nutrientes presentes en las frutas.

En el caso de los carbohidratos, son nutrientes que proporcionan energía, y entre los ideales para la lonchera destacan el pan, las galletas y los cereales que contienen fibras y son bajos en azúcar.

En cuanto a las proteínas, las mismas proporcionan nutrientes que son responsables de la construcción de los tejidos y por ende, son fundamentales para los niños en su etapa de crecimiento.  Entre las opciones ideales para la lonchera están el queso, leche y yogurt.

Al igual que con los jugos, se debe prestar atención al tipo de envases de alimentos como la leche. Las bebidas de leche y/o saborizadas como el chocolate, envasadas en empaques de Tetra Pak, son buenas opciones, ya que el proceso UHT y las seis capas protectoras del envase garantizan las propiedades nutricionales de los alimentos y su seguridad alimentaria

Los quesos pasteurizados también son buenas opciones, ya que aportan calcio y otros nutrientes importantes en la etapa de crecimiento y desarrollo del niño.

Garantizar que los niños reciban una alimentación adecuada en las escuelas, es vital para el desarrollo y desempeño físico y mental.  Antes de organizar una lonchera, se debe tomar en cuenta que:

·         Los niños en edad escolar tienden a ser más activos y perder líquidos con facilidad. Por lo tanto, siempre deberían tener algo para beber a su alcance, que puede ser un jugo, agua de coco o una bebida a base de leche.

·         No sólo pensar en el tipo de comida, si no también en la seguridad de los alimentos. Las bebidas y alimentos, si se eligen bien, representan una opción segura para el consumo, siempre y cuando su envasado mantenga las propiedades de los alimentos hasta el recreo. Todo se debe empacar individualmente. Los alimentos envasados deben ser revisados para garantizar que el envase esta integro, sin golpes o aplastamientos.

·         Las frutas deben lavarse bien empacarlas envolviéndolas en un papel resistente para alimentos.

·         Es importante tratar de variar el menú para que los niños no se aburran de lo mismo.

·         Prestar atención a la cantidad de alimentos. Debería ser suficiente para satisfacer el hambre durante el recreo.