Casa de Dios,
una experiencia sin precedente
Foto Casa de Dios/www.cashluna.org
Mucho se habla sobre
la iglesia Casa de Dios en Guatemala, como todo, comentarios positivos y
negativos y siempre me preguntaba cómo sería una experiencia en esta iglesia.
El 31 de diciembre pasado decidí
ir acompañada de mi papá, realmente nunca había estado en un culto evangélico y
ni tenía idea de la jerarquía que manejan, pero estaba anunciado que venía el Profeta
Ronny Oliveira, a quien por obvias razones tampoco conocía. Para ser sincera me
gustó mucho el servicio y toda la palabra que dio, tanto así que pasó la media
noche y llegamos a casa como a las 2 am.
Después de ese servicio hemos
continuado yendo, la verdad se siente bien y he desmitificado tantas cosas que
se dicen sobre la Casa de Dios, entre ellas que se firma contrato para pagar el
diezmo. Vaya sorpresa, desde que he ido, serán unos 10 servicios jamás me han
pedido que firme nada y menos obligarme a que lo haga. En otras iglesias, la Católica que es la que conozco, hay un espacio en la misa para pedir las
ofrendas, pues exactamente igual es aquí. Solo que en lugar de ser en la mitad
del servicio es al principio y me parece bien. Explican la razón del por qué se
debe dar el diezmo y todos los beneficios que se reciben, pero ojo! que no es una
compra de milagros, es simplemente creer y que se active la FE para que esto
suceda.
Yo crecí en la Iglesia Católica
y mi mamá durante todo el tiempo daba su diezmo y decía que esto trae
bendiciones inigualables a la vida, ella era muy católica y nunca le faltó medicina, ni dinero para sus
tratamientos de cáncer, hasta el día de su partida siempre de algún lado o
forma llegaba el dinero. Me dijo que aplicara esa regla en mi vida y todo iba a
cambiar. La verdad lo hacía a veces, pero nunca me había detenido a leer en la
Biblia que eso es una ley, tal como lo dice Génesis 14:20
‘Entonces Abraham entregó el diez por ciento de todo’; también en Levíticos
27:30 ‘Un diezmo de todo lo que produce la tierra, ya sea grano del suelo o
frutos de los árboles, pertenece a Dios y es santo para el Señor, y así podría
seguir mencionando versículos.
Se
critica demasiado esta parte del diezmo, pero nunca se dice todo lo bueno que
las iglesias hacen con él. Por ejemplo todo la ayuda que Casa de Dios a través
de Banco de Alimentos da a los hospitales públicos, imagínense que cada domingo
no podrían recibir a más de 20 mil personas en los dos servicios en condiciones que
no fueran óptimas, mi papá usa silla de ruedas y todo está perfectamente acondicionado para personas con capacidades diferentes y siempre siempre hay alguien quien nos ayuda para llevarlo hasta un lugar y/o hasta regresar al carro. Que existe cierto lujo, sí pero no lo juzgo pues es un lugar
para adorar a Dios, como tampoco se debe juzgar todo el lujo que se vive en el
Opus Dei por ejemplo, que también en algún momento de mi vida fui parte, hasta que
querían que me volviera numeraria, entonces les dije adiós.
Otra
leyenda urbana es que debitan automáticamente de las tarjetas de crédito, pues
no lo he visto, solo indican que si la ofrenda es con tarjeta que pidan un
voucher, hasta el momento nunca he observado que alguien lo haga.
Pero
todo es voluntario, allí nadie obliga a dar ofrenda o diezmo a nadie, la gente
solita se levanta y va a darlo en unos sobres, esa es la gran diferencia con la
Iglesia Católica, que allí pasan en cada banca con un canasto para dar la
ofrenda y acá la gente se levanta y va a la canasta o cesto como pueden ver en
las fotos.
Sin
embargo, a pesar de todo lo que se dice y que además por vivir cerca sufro del tremendo
tráfico que se hace el domingo, me atrevía a ir y les diré fue increíble desde
el momento que puse un pie dentro de la iglesia, se siente algo sumamente
especial, sin duda es la presencia de Dios. Cosa que también es muy criticada,
he escuchado tantas cosas que ahora me dan risa. Una vez me contaron que las
paredes tenían efectos especiales para que la gente sintiera ciertas
vibraciones, cosa que es falsa. Y así podría seguir enumerando un sin fin de
falacias que hasta que uno no entra y presencia esa gran obra no la puede
criticar. Yo fui por simple curiosidad y porque además necesitaba sentir la
presencia de Dios, escuchar más de él saber que no importa la situación siempre
estará allí acompañándonos, para los que creemos.
No
importa en dónde sea, si en la iglesia evangélica, católica, mormona y demás
religiones que existan, si las personas creen es indescriptible como se activa
la FE y los milagros pasan, pero tiene que haber humildad y sobre todo una
conexión que permita escuchar la voz de Dios. Así que con esto quiero
compartirles lo que he vivido en la Casa de Dios y que mucho de lo que se dice
afuera es solo habladuría y quizá lo podría calificar como envidia, basta con solo poner un pie
para darse cuenta que hacen una gran labor y permiten que más almas se acerquen
a los pies de Cristo.